Hay un clásico de las ensaladas qué son los cogollos con anchoas. Pero últimamente lo he cenado tanto que me he atrevido hacer una pequeña innovación.
Os cuento. Cogéis el cogollo y lo cortáis de punta a rabo. Como en juliana pero al bies. Rallar el tomate en un rallador de esos como los de queso. Abrís una latita de anchoas y las picáis finitas tampoco demasiado finas. Mezclamos esos ingredientes delicadamente y lo aliñamos con un chorrito de aceite virgen extra y unas gotas de limón o lima. No hace falta sal, sabes ya que las anchoas tienen su sal.
Bon appétit.
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