NíSCALOS GUISADOS CON PATATAS

Hoy me han regalado unos níscalos exquisitos. Estamos en temporada y creo que no se ha dado mal. El problema es limpiarlos, tardaremos un rato largo. Nunca los pongáis en remojo o lavarlos. Hay que pasar un paño húmedo por el sombrero y limpiar con un soplido la zona interior. 
La forma tradicional de hacerlos, sobre todo en el gran reino de Castilla, es a la plancha, con ajo y perejil. En Cataluña los llaman rovelló. Es un hongo que crece bajo los pinos, por lo que no suele tener tener tierra, pero aún así hay que limpiarlos. Antiguamente los vendían en lo pueblos. Recuerdo con nostalgia como esas señora mayores, se sentaban en las puertas de sus casas con un cesto de este excelente producto y a "dos pesetas".
Vamos al lío. Pochar un puerro unos dientes de ajo y una hoja de laurel. Posteriormente añadimos unas patatas chascadas, una cucharada de pimentón dulce y un chorro de vino blanco. Cocer, con un poco de caldo, (o una pastilla de caldo, eso vale) hasta que las patatas estén casi tiernas. Cuando veáis que las patatas están casi al dente, añadís los níscalos y guisarlo durante unos diez minutos.
Ya sabéis que yo no soy de tiempos ni de cantidades. Eso lo dejo para los reposteros. 
Como decía un amigo cocinero, "un poco de mucho y mucho de nada".
Ahí os dejo. Buen provecho.
Y como siempre os digo:
BNYBS.



Comentarios