PURRUSALDA CON HIGADITOS DE POLLO

 A esto yo le llamo cocina de aprovechamiento. Lo digo porque me sobro un poco de purrusalda y otro día unos higaditos de pollo al vino blanco.

Para abreviar, la purrusalda consiste en guisar unos puerros, unas zanahorias, alguna patata y un caldo. Ya la tenemos. Te sobra y la guardamos. La podemos congelar. Y los higadillos de pollo igual de fácil. Ya los compras en el Mercadona en bandejas. Bien baratos. Pochas cebolla y ajo picado, añades los higadillos, un chorro de vino blanco y caldo. En menos de diez minutos están listos.

En definitiva, me sobraron un poco de cada cosa. 

Era una noche fría y lluviosa.  No tenía ganas de cocinar. Pero sabía que tenía dos tarteras con guisos de víspera. Osadía mía, que todo lechón tiene en alguna ocasión, los mezcle en una perola y, voila. Vaya plato, exquisito como ninguno. Me recuerda a las borracheras de los dieciocho, cuando después de una fiesta nos juntábamos entorno a una perola recién salida de la lata de fabada y...cucharada y paso atrás. Qué recuerdos.

 Me fui por los cerros de Úbeda, como se suele decir. Pero ya estoy en casa, tomando un té PG, a puntito de acostarme.

Y como siempre os digo.

BNYBS


Comentarios